Hoy
creo que comprendí que se puede mutar… por ejemplo: Convivís con la
personalidad de una persona por bastante tiempo, el suficiente como para saber
qué chistes hacer y cuáles no, cuándo mandar un mensaje de texto o cuándo
llamar, si se bancaría ver la continuación de una película cuando no vio la
primera parte sólo porque vos querés verla y porque te tiene al lado, si
prefiere el invierno ante el verano o cuál es su beatle favorito. Pero algunas
personas son más propensas al cambio que otras, le dan la cara de otra manera a
los golpes de la vida (o de las personas) y, aparentemente, de un momento a
otro cambian. Así es como descubrís que se puede mutar. Aprendes que existen los que mantienen su personalidad
ante todo y siguen naufragando y, puede que gracias a ese naufragio incorporen
elementos a su ser, que enriquecedores/ pertinentes o no, están ahí de todas
maneras. Y también están los que se adaptan al rumbo del momento, y van y
vienen, bamboleándose entre sus propios actos, están un momento y después no
más… vuelven un rato y de nuevo se desvanecen dejándote una etérea estela de lo
que fue y la incertidumbre de no saber si será.
Pero
me cuesta horrores acostumbrarme a esas variantes, no me gusta aceptarlas, no
inmediatamente, me niego a creer que la gente cambia para que aprendas a dejar
ir, lo rechazo, hasta que, eventualmente, puedo rendirme.
Pero
no quiero confundir, no quiero hablar sólo acerca de aspectos de una
personalidad o de herramientas adquiridas. Estoy tratando de desglosar la
mutación de una persona y cómo afecta a otra persona que se sentía unida a esa
persona mutada. Y “mutada” en este caso no quiero que signifique algo malo o
denigrante, sino cambiada, variada, transformada (tal y como lo sugiere Word). Porque
a veces no te das cuenta que extrañabas tanto a alguien hasta que volvés a
pasar tiempo con ella y los recuerdos felices te invaden y se te da por
preguntarte: ¿Será que si la otra persona mutó vos también tendrías que
hacerlo? ¿Ir mutando a medida que las otras personas mutan para adaptarte? No
sé. No creo. No quiero.
Devuelvo tu visita a mi blog y entro al tuyo, y leí esta entrada que me encanto.
ResponderEliminarLlevo una relación desde hace 9 anios, y el éxito de estar juntos es porque hemos mutado, mutado para sobrevivir al otro, tan diferente.
Besos desde Londres!